El Par Biomagnético (PB) es un sistema integrativo, no invasivo, desarrollado a lo largo de 3 décadas por el Dr. h. c. Isaac Goiz Durán y es un complemento para ayudar a recobrar la salud de las personas.
Está enfocada en crear las condiciones adecuadas para la rehabilitación de las enfermedades, esto mediante la aplicación de campos magnéticos estáticos en diferentes zonas del cuerpo que se encuentran en “Resonancia Biomagnética”, a partir de un test kinesiológico con base en una metodología descrita por su descubridor.
En el posicionamiento de imanes en puntos específicos del cuerpo para ayudar a mantener y restablecer el equilibrio interno en el organismo, procurando un estado de bienestar y salud general.
Una sesión consta de 3 partes:
Rastreo (búsqueda de puntos activos).
Impactación (colocación de imanes).
Verificación (confirmación de que se han desactivado).
El tiempo total puede variar según el biomagnetista, pero dura aproximadamente entre 40-60 min.
No es necesario retirarse la ropa, pero se recomienda evitar el uso de prendas voluminosas como chamarras o abrigos.
Al trabajar con imanes, estos producen magnetismo, el cual puede tener una influencia positiva o benéfica en la electricidad de un organismo (bioelectricidad) y esta, a su vez, una influencia positiva o benética en la bioquímica del cuerpo; creando así, un ambiente propicio para que nuestro sistema funcione adecuadamente o se recupere.
Es posible el tratamiento de distintas enfermedades infecto contagiosas, crónico degenerativas, metabólicas, disfuncionales, auto inmunes, psicoemocionales, tumorales e intoxicaciones; disminuyendo la sintomatología clínica, rehabilitando las distintas funciones en el organismo y restableciendo la salud de las personas.
Promueve una adecuada respuesta inmunológica, tonicidad vascular, el flujo sanguíneo y demás fluidos corporales, el buen funcionamiento de los sistemas, órganos y tejidos. Procura una adecuada activación metabólica y auto reparación de tejidos, así como disminuye los efectos negativos del estrés.
Por lo tanto, se obtiene la mejoría clínica del paciente en un gran número de casos, evitando los efectos adversos de los tratamientos convencionales, intoxicación farmacológica por sobredosis o anafilaxia, resistencia antimicrobiana, y disminuyendo los riesgos de infección, hemorragia o complicación quirúrgica, así como tiempos de hospitalización, convalecencia y rehabilitación.